Vaso de expansión en una caldera ¿Qué es y para que sirve?

El vaso de expansión es un componente esencial en las calderas y sistemas de calefacción cerrados, cuya función principal es absorber las variaciones de presión que se producen por la expansión y contracción del agua a medida que cambia su temperatura. A continuación, como fontanero en Fuengirola especializado en calderas,te explico en mayor detalle su funcionamiento, importancia, y cómo influye en el rendimiento y seguridad del sistema de calefacción.

¿Por qué es necesario un vaso de expansión?

En un circuito de calefacción cerrado, el agua se calienta y se enfría constantemente. El agua, como cualquier otro líquido, se expande cuando se calienta y se contrae cuando se enfría. Este fenómeno sigue la ley de Charles y Gay-Lussac, que describe la relación entre temperatura y volumen en los fluidos. El agua, por ejemplo, aumenta aproximadamente un 4% de su volumen cuando pasa de 0°C a 100°C.

  • Expansión térmica: Cuando el sistema calienta el agua (normalmente entre 60°C y 80°C en una caldera doméstica), el volumen del agua aumenta. En un sistema cerrado, no hay espacio extra para que ese volumen adicional sea acomodado, lo que incrementa la presión en el circuito.
  • Presión de trabajo: Las calderas modernas funcionan generalmente a una presión entre 1 y 2 bares en condiciones normales de operación. Sin un vaso de expansión, la presión podría subir peligrosamente, provocando fugas, fallos en la caldera, o incluso daños más graves. Por ejemplo, en un sistema típico, la presión puede aumentar más de 1 bar con solo un cambio de temperatura de 30°C si no hay un mecanismo para absorber esa expansión.

¿Cómo funciona el vaso de expansión?

El vaso de expansión está compuesto por un tanque dividido en dos compartimentos separados por una membrana flexible. Cada compartimento tiene un propósito específico:

  • Lado del agua: Este compartimento está conectado al sistema de calefacción. Cuando el agua del circuito se expande debido al calor, el exceso de volumen entra en este lado del vaso de expansión.
  • Lado del gas: El otro lado está lleno de aire o gas (normalmente nitrógeno) a una presión preestablecida, que suele ser de alrededor de 0,8 a 1,2 bares. Este gas está comprimido cuando el agua entra en el vaso de expansión, lo que permite absorber el aumento de presión.

Cuando el agua se enfría y se contrae, la presión dentro del sistema disminuye y el gas presurizado empuja el agua de vuelta al circuito, manteniendo la presión estable en todo momento.

Ejemplo de funcionamiento:

  1. Supongamos que la caldera se enciende y el agua en el sistema de calefacción pasa de 20°C a 70°C.
  2. Si no hubiera un vaso de expansión, el agua que se expande no tendría lugar para ir, provocando un aumento significativo de la presión. En un sistema cerrado, este aumento podría llevar la presión desde 1 bar hasta 3 bares o más, lo que activaría la válvula de seguridad, descargando agua para evitar daños.
  3. Con el vaso de expansión en buen estado, el agua entra en el compartimento del vaso, y la presión no sube de manera peligrosa. La membrana flexible se desplaza hacia el lado del gas, comprimiéndolo y permitiendo que el volumen de agua adicional se almacene temporalmente.

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Tipos de vasos de expansión

Hay tres tipos de equipos en el mercado, que los fabricantes distinguen por su destino: calefacción (rojo) o agua caliente sanitaria (blanco).

  1. Vaso de expansión abierto: Son más comunes en sistemas antiguos. Están ubicados en el punto más alto del sistema y permiten que el agua se expanda libremente. Sin embargo, tienen desventajas, como la posibilidad de que el agua se evapore, lo que puede llevar a la corrosión de los componentes del sistema.
  2. Vaso de expansión cerrado o presurizado: Este es el tipo más común en sistemas de calefacción modernos. Están sellados y utilizan aire o gas comprimido para absorber la expansión. Son mucho más eficientes y no tienen los problemas de corrosión o evaporación de los vasos abiertos.

Problemas comunes en el vaso de expansión

  • Presión incorrecta: El vaso de expansión debe estar presurizado adecuadamente (normalmente entre 0,8 y 1,2 bares, dependiendo del diseño del sistema). Si la presión del gas es demasiado baja o ha disminuido con el tiempo, el vaso no podrá absorber adecuadamente la expansión del agua, lo que provocará picos de presión.
  • Membrana rota: Con el uso continuo, la membrana que separa el agua del gas puede deteriorarse o romperse. Esto permite que el agua entre en el compartimento de gas, lo que inutiliza el vaso de expansión. Si esto ocurre, notarás que la presión de tu sistema fluctúa de manera descontrolada o que la válvula de seguridad se activa con frecuencia.
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¿Qué sucede si falla el vaso de expansión?

Si el vaso de expansión está defectuoso o falla por completo, pueden ocurrir varias situaciones:

  1. Incremento excesivo de la presión: Sin el vaso de expansión para absorber el volumen extra de agua, la presión dentro del sistema puede superar el límite de seguridad (normalmente 3 bares), lo que activa la válvula de seguridad. Esto puede hacer que la caldera pierda agua o incluso se apague como medida de protección.
  2. Pérdida de eficiencia: Un sistema de calefacción que opera con una presión inestable no funcionará de manera óptima, lo que puede llevar a un consumo energético innecesario.
  3. Riesgos para la integridad del sistema: La alta presión constante puede dañar componentes como las válvulas, radiadores o la propia caldera.

Mantenimiento del vaso de expansión

  • Revisión periódica: Es importante que el vaso de expansión sea revisado durante el mantenimiento rutinario de la caldera. El técnico comprobará la presión del gas y la integridad de la membrana.
  • Reemplazo: Un vaso de expansión suele durar entre 5 y 10 años, dependiendo del uso y las condiciones del sistema. Si falla, puede ser necesario reemplazarlo, y su costo varía dependiendo del tipo y tamaño, pero puede rondar entre 50 y 150 euros, sin incluir la mano de obra.

Conclusión

El vaso de expansión es fundamental para mantener un funcionamiento seguro y eficiente de una caldera. Su papel es estabilizar la presión en el sistema de calefacción, evitando picos de presión peligrosos y garantizando la longevidad de los componentes. Un mantenimiento adecuado del vaso de expansión y una revisión periódica son cruciales para asegurar que la caldera funcione de manera óptima y segura. Aunque si lo que quiere es arreglarla, no dude en solicitar nuestro servicio de reparación de calderas en Benalmádena o cualquier otro municipio de Málaga que se encuentre. Estaremos encantados de antenderle .

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